Vásquez Colmenares, Ana
Branding personal; aumenta tu credibilidad
Hace muchas décadas se empezaron a hacer pruebas de sabor, blind tests, para averiguar qué tanto los consumidores distinguían un producto específico, dentro de otros productos similares, sólo por su sabor, olor, tamaño, forma, sin ver el empaque o presentación habitual. En muchos casos los resultados arrojaron que, bajo estas condiciones, las personas no podían distinguir su producto, favorito, de otro de la competencia, y sin embargo los consumidores decían ser, fieles, a un cierto producto de los que habían consumido en la prueba. Las cigarreras, en particular, fueron las primeras compañías en darse cuenta de que los clientes en realidad compran la imagen, no el sabor.