Castro, Miguel Ángel
Privilegiar la lectura
La ironía de la película Los pequeños privilegios, filmada en la Ciudad de México en 1977, hace referencia a las diferencias que en las clases sociales determinan los niveles de frustración y satisfacción de quienes las componen. Recordemos que la comparación entre las vidas de dos mujeres que comparten el mismo espacio, una como el ama y señora de la casa, y la otra como su sirvienta, le permiten a Julián Pastor, director y guionista del filme, mostrar las consecuencias de tener y no tener dinero. Poseer capital o recibir altos o cuando menos suficientes ingresos otorga los, pequeños privilegios: comer tres veces al día, dormir en una cómoda cama, comprar ropa de buena o mediana calidad, consultar al médico a la menor molestia, convivir con los amigos, divertirse, llevar un embarazo a buen término y poder formar una familia. Ser pobre es carecer de privilegios, es permanecer en desventaja y aceptar la imposibilidad de seguir en la carrera; por eso no queda más camino que el aborto, la renuncia o la deserción.