Pacheco, José Emilio

Sergio Pitol y elarte de la traducción

La literatura es un mar nutrido por todas las corrientes de la Tierra. Sólo mediante las traducciones se mantienen en circulación las aguas. Sin ellas volveríamos a una Babel incomunicable, a una isla desértica y ahogada de sed en que nada podría florecer. La inmensa mayoría de los libros que leemos son traducciones. Y sin embargo este indispensable oficio no tiene la consideración social ni la recompensa económica que merece… Una y otra vez vemos aparecer colecciones en que libros como Guerra y Paz o Crimen y castigo, que suponen un inmenso trabajo en su traslación al español, se publican sin crédito alguno para el traductor y desde luego sin pago. Empresas más generosas ponen su nombre en letra de ocho puntos y al final de una lista de créditos…