Solares, Ignacio

Carta abierta a Marcelo Ebrard

Estimado Marcelo: Como recordarás, durante una comida en la Sociedad General de Escritores de México, Sogem, a la que nos convocó nuestro querido amigo, ya fallecido, Víctor Hugo Rascón Banda, hablamos largamente sobre la ciudad y sus graves problemas con otros compañeros, todavía estaban entre nosotros Carlos Montemayor y Rafael Hernández Heredia, qué fugaz es la vida, porque tú eras candidato al Gobierno del Distrito Federal. Nos sorprendieron tu sensibilidad y tu cultura literaria, especialmente en el tema de la novela histórica. En algún momento, estaba sentado junto a ti, me preguntaste dónde vivía y te contesté que en Chimalistac, zona dizque protegida por el INBA y el INAH, hoy habría que ponerlo en duda. Enarcaste las cejas y dijiste que era una de las zonas más bellas de la ciudad que, había que cuidar como oro molido. Nunca se me olvidarán tus palabras, porque todavía hiciste una referencia a la iglesia de Chimalistac y a la placita que lleva el nombre de Federico Gamboa. Qué zona excepcional de la ciudad, fue más o menos el remate de tu comentario. Quizás, una de las colonias más bellas del mundo, agregué, y no me canso de repetirlo. ¿Estás de acuerdo conmigo?.