Rodríguez Guillén, Raúl

Actores anónimos y linchamientos en México

Ni las autoridades policíacas, ni las judiciales, ni la autoridad de la Iglesia pueden detener la ira de un colectivo que agraviado, decide hacerse justicia por propia mano, es decir, es más fuerte la sed de venganza cuando se ha sufrido un agravio que adquiere el carácter de colectivo o moral. Podemos afirmar que la indignación moral tiene en el colectivo indiferenciado su más alta expresión y en la violencia su instrumento de venganza.