Sicilia, Javier

Malos presagios

El despido de Carmen Aristegui de MVS, al igual que la fallida campaña mediática contra Proceso a raíz de la publicación del reportaje Testigo estelar, Proceso mil setecientos setenta y siete, de Ricardo Ravelo, es un signo preocupante de la violencia que se ha instalado en el país y que parece haber entrado en una espiral ascendente. No importa si en el momento en que aparece este artículo Carmen, bajo las presiones de la sociedad civil, se encuentre de nuevo en el sitio que injustamente se le arrebató o que la fortaleza de Proceso haya remontado la tormenta de Televisa y del gobierno. Los golpes se dieron y el signo debe preocuparnos porque golpea duramente la libertad de expresión... Ni el presidente de la República ni MVS ni el consorcio Televisa soportan que las noticias pongan en entredicho al presidente. Hacerlo, aunque hayan sido declaraciones de un testigo protegido o la divulgación de un suceso en la Cámara Baja en donde un diputado, de dudosa reputación, aludió al supuesto alcoholismo de Calderón, se responde con una violencia tan ilegal, absurda y desmesurada como la que acompaña diariamente a México.