Murguía Lores, Adriana
Ciencia y sociedad, sobre la obra de León Olivé
Que el conocimiento es un producto social es un hecho que la sociología nunca ha puesto en duda. Las diversas escuelas que constituyen esta disciplina, a pesar de las diferencias entre ellas, siempre han considerado condición de posibilidad de la existencia de la sociedad que sus miembros compartan un acervo de conocimiento que subyace a toda relación social, así como que dicho conocimiento es producto, más que de las capacidades cognitivas de los sujetos individuales, aunque por supuesto éstas se suponen y requieren para la producción de conocimiento, de la sociedad en su conjunto.Sin embargo, el surgimiento de una subdisciplina cuyo objeto es específicamente el análisis del conocimiento en general y del conocimiento científico en particular, ha tenido el efecto que trae siempre consigo la especialización: fuera de quienes la cultivan, el desarrollo de la sociología del conocimiento y de la ciencia es prácticamente desconocido para sociólogos que cultivan otras áreas, y los intercambios y debates suelen ser más estrechos entre quienes, a pesar de que provienen de otras áreas, comparten el mismo objeto.