Cobián R., Felipe

Que se calle, que se vaya…

Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo de Guadalajara, intimidada, es autoritario e iracundo, cerrado al diálogo y soberbio, según se desprende de una carta que le enviaron varios sacerdotes hartos de sus desplantes y desatinos. En la misiva critican la construcción del Santuario de los Mártires, en el que se derrochan millonadas, y se preguntan por el destino de miles de millones de pesos que presuntamente desaparecieron del Seminario Diocesano. También le piden al cardenal que reconsidere sus posturas sobre el celibato y la homosexualidad, que deje de opinar y, para acabar pronto que, se aleje ya del mundanal ruido.