Didriksson, Axel
La educación y los festejos
En la polémica sobre la irrelevancia o la oportunidad de celebrar el Bicentenario de la Independencia, entre los festejos y la parafernalia de sus gastos, en medio de la superficialidad del recuento cronológico que todo mundo conoce por la educación de efemérides en la que se sustenta la formación ciudadana, se ha perdido la idea de que una conmemoración histórica de esta magnitud debiera ser vista como un mecanismo de aprendizaje social… Muy por el contrario, el Bicentenario de la Independencia, hecho histórico que ha quedado limitado al máximo en los actuales libros de texto de educación básica, se redujo en el programa gubernamental a la simpleza de un festejo… Mal papel está jugando el encargado de estas festividades, el secretario de Educación Pública, porque perdió la oportunidad de propiciar una reflexión sobre la situación histórica del país generando programas de aprendizaje en las escuelas alrededor del significado de ese periodo crucial, lo cual hubiera sido un acontecimiento pedagógico único. Además de que parece concentrado sólo en responder a los ataques de sus otrora principales aliados, el SNTE, y en justificar los enormes gastos y el nulo impacto que todo esto tiene para el sistema educativo nacional.