Woldenberg, José

Pereyra y la democracia

Carlos Pereyra realizó la revaloración de la democracia, como forma de gobierno, más aguda e incisiva que se haya producido desde la izquierda mexicana. Llegó a ello, creo, por medio de tres polémicas imbricadas: a, como un ajuste de cuentas con las aberraciones del autoritarismo del llamado socialismo real que tenía su Meca en Moscú; b, en debate con las corrientes liberales que se atribuían todo el mérito en la construcción de los regímenes democráticos, y c, en disputa con la propia izquierda, que minusvaluaba o no comprendía la importancia de la democracia en un proyecto de transformación social… a, Pereyra comprendió muy temprano, para México, que los llamados regímenes socialistas no lo eran y por ello prefería llamarlos, poscapitalistas. Recordemos que Pereyra murió en 1988, antes del desplome de la Unión Soviética y sus satélites. Pero en sus escritos de la década de los ochenta aparece con claridad su crítica a aquéllos por haber suprimido las libertades y construido un poder vertical, excluyente y antidemocrático.