Turati, Marcela
Los que nadie cuenta
Fue a mediados de 2007 cuando los empleados de la Fundación Villa Integra, que brinda rehabilitación a personas con discapacidad, se dieron cuenta de que algo nuevo estaba pasando en la ciudad. Entre agosto y diciembre empezaron a llegar jóvenes de entre diecisiete y veinticinco años con lesiones medulares, afectados de la columna, sin poder caminar o pararse, y en sus expedientes leímos que sus lesiones habían sido ocasionadas por impactos de bala. Eran como quince, nos impresionó mucho, dice Laura de Antillón, la directora de desarrollo institucional de la organización… Ahí se intentó que esos jóvenes baleados, con pérdida de movilidad, se integraran a grupos de adultos con experiencia en el uso de la silla de ruedas, quienes les enseñarían a adaptarse a su nueva vida y a cuidarse, usar el baño, comer, manejar, jugar basquetbol sobre ruedas y darle mantenimiento a su silla, pero los jóvenes se esfumaron.