Villamil, Jenaro

Cine y televisión, pantallas oblicuas

En México sólo el cinco por ciento de las pantallas cinematográficas de todo el país difundieron películas de producción nacional durante 2009, a pesar de que nuestro país es considerado como el quinto mercado mundial en audiencia cinematográfica. Peor aún. La televisión abierta en México, dominada ampliamente por Televisa y TV Azteca, no tienen cuotas fijas ni obligación alguna para transmitir filmes nacionales. Películas mexicanas reconocidas en todos los festivales internacionales donde han participado no han llegado ni a la pantalla de las salas de cine comercial y menos a las televisivas… ¿Qué ha sucedido en casi treinta años de discutir la reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión en México y los estímulos para impulsar el cine nacional que provocó un divorcio abierto entre las dos industrias audiovisuales? ¿Por qué no existen reglas ni regulación claras para que la televisión abierta sea un aliado, promotor y distribuidor de la industria fílmica nacional y no su adversario?... ¿Se logrará en nuestro país lo que ya sucedió en Brasil y recientemente en Argentina, donde el Congreso aprobó el diez de octubre una nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que estableció, por primera vez, una cuota de pantalla en televisión abierta y restringida para exhibir de forma obligatoria y en estreno al menos ocho películas nacionales al año?