Vargas, Rafael
Rimbaud: su nuevo rostro
Quien piensa en Arthur Rimbaud evoca, casi indefectiblemente, la fotografía que de él hizo Etienne Carjat en octubre de 1871, pocos días después de que el poeta cumpliera diecisiete años de edad: Es la imagen del adolescente recién salido de las aguas lustrales de la infancia que, sin embargo, ha escrito ya la llamada, carta del vidente, y los versos de, El barco ebrio… Es la imagen de Rimbaud por excelencia. El centro de su exigua iconografía fotográfica, compuesta hasta ahora por sólo ocho retratos: uno con sus compañeros de clase, en el colegio Rossat, 1864; otro con su hermano Fréderic, el día en que ambos hicieron su primera comunión, 1865; dos hechos por Carjat en la primera mitad de la década de 1870, incluyendo el mencionado; uno más, con un grupo de cinco personas, en el que se le ve sosteniendo un rifle, 1882, y tres autorretratos, realizados en Harar, Etiopía, en abril o mayo de 1883, con el propósito de que su madre y sus hermanos se acuerden de su figura.