Anderson, Perry

Una tierra sin prejuicios/I

Italia ha ocupado por largo tiempo una posición peculiar dentro del concierto de Europa. Por riqueza y población es, junto a Francia, Gran Bretaña y Alemania, uno de los cuatro Estados líderes de la Unión Europea. Pero nunca ha jugado un papel comparable al de ellos en los asuntos del continente, y raras veces ha sido vista como una compañera diplomática o como una rival importante. Su imagen carece de cualquier asociación con el poder. Históricamente no hay ninguna duda de que una de las razones es la de haber sido por mucho tiempo el país favorito de los extranjeros. Alemanes, franceses e ingleses le han profesado por igual un caluroso afecto que raras veces se han tenido entre sí. Incluso siendo distintos los objetos de su admiración, son pocos los comentarios que no concuerdan con este ánimo contemporáneo.