Ochoa, Raúl

La dignidad de un campeón

En el ocaso de su vida, José Ángel Mantequilla Nápoles se dedica a enseñar, trucos,de boxeo a sus cada vez más escasos pupilos en un ring sostenido por tabiques, y a ver pasar las horas ensimismado en un juego de baraja. Acorralado por las enfermedades y la miseria, este autoexíliado de su pasado de triunfos, fama, millones y familia, decidió radicar en Ciudad Juárez, años antes de que fuera considerada la región más violenta del mundo. Y en esa ciudad inhóspita, en el gimnasio de unos baños casi en ruinas se fuga con la dignidad del campeón que fue cuando le preguntan si hay algo en que se le pueda ayudar y simplemente responde: Estoy bien no necesito nada.