Vega-Gil Rueda, Armando, 1955-

Australia

Mi abuelo nació en esta tierra. Australia, antes de que llegaran los malditos demonios blancos: el era dueño, sin ser en realidad dueño de nada, de las llanuras terregosas. los ríos, los árboles sedientos, de la hojarasca arrastrada por el viento. las moscas y las enormes montañas que parecen amputar con tumores de roca estos desiertos espinosos por los que corren manadas de canguros de carne blanda y dulce, y parvadas de buitres y alientos de sol y luna. Pero llegaron los malditos demonios blancos y le arrebataron el paisaje a mi abuelo y lo persiguieron para matarlos a él y a sus poderes de hombre mágico, diezmar su sabiduría, él sabe leer las lineas del cielo, los dientes de los lagartos, el color de las noches: los blancos no, ellos son analfabetos, y lo arrinconaron a los meandros mas inaccesibles de este territorio infinito al que ellos llaman Australia. Pero mi abuelo sabe como hacerse invisible tras las piedras, bajo el agua, mi abuelo es un hombre invisible y los blancos pasan junto a él sin adivinarlo. Yo si lo veo, allí, inmóvil. parado en un solo pie, durante horas y días para entrar a estados de alerta espiritual y hablar con las ánimas de las bestias y los dioses del aire y la tierra y las lenguas de fuego de sus enormes fogatas con las que orada y desangra la oscuridad de las madrugadas sin sol...