Las voces enmudecidas de los niños refugiados

Cada día, en alguna parte del mundo, hay niñas y niños que se convierten en refugiados. Huyen de sus países porque su vida está en peligro. Si se quedasen allí podrían ser víctimas de maltrato por su raza, religión, nacionalidad o por la afinidad política de sus familias. Cuando se persigue a la gente por el inicio de la guerra, los que más sufren son las niñas y los niños. En el caos y en la confusión de la huida, accidentalmente, pueden quedarse separados (as) de sus padres. A veces, los soldados les secuestaran y obligan a luchar o a trabajar como esclavos (as).