Cárdenas, Jaime
Carta a Leonardo Valdés
Ha iniciado un proceso electoral atípico, marcado por la crisis económica y el temor de millones de mexicanos ante la influenza. Las acciones del gobierno, en lo económico, se ven débiles y pobres, sin sustancia, sin propuestas, a la espera de las recomendaciones del FMI y del Banco Mundial. En materia de salud, son excesivas y entrañan un ejercicio indebido de atribuciones constitucionales para distraer a la población de asuntos como la recesión, la dependencia creciente de Estados Unidos y el proceso electoral… ¿A quién conviene una sociedad desmovilizada y con pánico? Electoralmente, no hay duda de que al partido en el gobierno y a las principales fuerzas políticas. No es nuevo decir que en las elecciones intermedias la participación ciudadana disminuye. En este proceso puede haber la más baja en la historia reciente por el propio descrédito de los partidos y la política, la falta de propuestas y la desesperanza de millones de mexicanos en el sistema electoral y en el sistema de partidos.