Ochoa, Raúl
Un submundo tenebroso
A golpes de droga, anabólicos y licencias sin control, la lucha libre en México se aleja de las leyendas de carne y hueso, y sucumbe ante el fisicoculturismo y la televisión que casi todo lo deforma. Los luchadores deportistas son asunto del pasado. Los de ahora se llaman gladiadores y poco saben del arte que se despliega arriba de los encordados. Víctimas del éxito instantáneo, los ahora ídolos importados del pancracio se reflejan en émulos nacionales que apenas si saben quiénes fueron El Santo y Blue Demon.