Rivera Calderón, Fernando

Lo que el 40 se llevó

De todos los medios de comunicación que han fenecido en este sexenio, no creo que ninguno tuviera una agonía tan cruel y prolongada como la de CNI Canal Cuarenta… Fui testigo de la enfermedad y de los dolorosos síntomas, sobre todo el que se reflejaba en el retraso cotidiano de los pagos, en el progresivo desánimo que comenzaba a asomarse en todos los rostros de quienes ahí trabajaban, incluso en los más alegres. Me tocó ver cómo esa unión que se logró ante los embates de TV Azteca y el secuestro de la señal del cerro del Chiquihuite se fue disolviendo entre intrigas y desazones… Aunque a veces tenían que esconder las cámaras para evitar que se las llevaran los cobrones, poder trabajar con ese equipo de gente y poder mirar cada atardecer desde el piso cuarenta del World Trade Center era un verdadero privilegio.