Maillard, Tatiana
Pintar hasta los huesos en busca del espíritu
Aquí está el hijo de Dios. Que los ojos se alimenten de él, que exploren los pliegues de su carne dotada de vida por las pinceladas. Que los fieles no enciendan veladoras y se persignen, sino que sigan la línea del dibujo, que nace de la mano del artista y termina en la metáfora plástica de lo sagrado.