Algo huele mal en las campañas
Los acontecimientos de las últimas semanas van dejando un mal sabor de boca entre millones de ciudadanos que, atónitos, ven cómo los partidos, los candidatos, las instituciones electorales y el gobierno dilapidan día con día las expectativas de una sociedad que aspira a vivir en un país con normalidad democrática… No hay razones para estar optimistas: los spots negativos, las campañas difamatorias a través de internet, los discursos rijosos, machacones contra el adversario; la descalificación epidérmica, el azuzamiento del miedo; la intervención presidencial en el proceso electoral, los insultos, la inacción, los indicios del uso de programas sociales para incidir en el voto, el golpeteo constante, son algunas de las lindezas de esta elección… Por supuesto, destacan porque están ausentes las ideas, las propuestas, la legítima competencia democrática. Lo dicho: algo huele mal en las campañas.