Adictos al Congreso, al poder y al dinero
A partir de septiembre de 2006, una nueva camada de treinta hombres y mujeres llegará al Congreso con un sello común: tendrán al menos quince años de ser diputados o senadores, aunque hay quien acumulará veintisiete años. Constituyen un auténtico Club de Adictos al Congreso, al poder, a las generosas bonificaciones económicas, que en conjunto han recibido cuatrocientos quince años de salarios y, al término de su encargo legislativo próximo, habrán rebasado el medio milenio: quinientos cuarenta y cuatro años. Todo ello con cargo al dinero público.