Vega-Gil Rueda, Armando, 1955-

Doqora: a través de los ojos

Desde que pudimos llevar la música con nosotros, quizá nuestra manera de contemplar, al menos de acercarnos al mundo, haya cambiado, a pesar de que éste siga igual conmigo o sin mi. Y por lo de la música no me refiero a llevar una armónica o un ukulele en la mochila de viaje -aunque sí que cambia el color de las circunstancias cuando alguien al lado te arranca lágrimas con una melodía entrañable, lejos del hogar-, sino a cargar con una orquesta sinfónica en el radio del autobús, una estridente banda de rock en tu iPod en medio del desierto, o una grabadora de carrete con un coro femenino rumano a las orillas del mar, mientras navegas en un velerito.