Manero Brito, Roberto
Notas sobre violencia, tortura, terrorismo de Estado y erotismo
Cuerpos estallado-, cuerpos torturados, cuerpos marcados, cuerpos violados, cuerpos que cargan sobre sí la inscripción de una violencia singular, de una crueldad cuyas secuelas se irán arrastrando toda la vida como referente permanente de la presencia del Estado en las esferas más sagradas de la intimidad. El Estado, el violador, el torturador, se hace presente en mi sexo herido, lastimado, en mi memoria, en mi piel, y ha dejado de forma permanente su inscripción en una cicatriz indeleble. Porque, aunque nadie la vea, nunca más podré ver de la misma manera mi propia piel, mi sexo herido, mi cuerpo estallado, mis vísceras que jamás volvieron a funcionar igual, y todo ello asociado a un recuerdo articulado a una memoria.