Batres, Viétnika

Ni Dios lo quita

Dijo el cardenal Norberto Rivera: palo dado, ni Dios lo quita. Lo dijo con completo conocimiento de causa, porque últimamente el jerarca religioso ha recibido varios golpes: por ejemplo, las acusaciones por proteger a curas señalados como pederastas; las protestas dentro de Catedral por expresar su apoyo al uso de la fuerza pública en Oaxaca, y la aprobación de la Ley de Sociedades de Convivencia en el Distrito Federal. O sea, ya no es lo duro sino lo tupido… Pero hace mal el señor cardenal en meter dentro del saco de derrotas a las Sociedades de Convivencia, puesto que no vulneran la sagrada institución del matrimonio, ni siquiera compiten con la unión libre, o concubinato, nombre que prefieren los sacerdotes para resaltar, el pecado, y, en cambio, sí ofrecen protección legal a muchos de sus propios feligreses heterosexuales, no sólo gays.