Hernández, Juan Luis

Hank y los otros chapulines

La profesionalización de la política ha hecho posible una multiplicidad de caminos en los que políticos de toda índole buscan sobrevivir en posiciones, cargos, presupuestos, poderíos, influencias y todo aquello que refiere a la consabida fórmula filosófica no tan pasada de, no te pido que me des, sino que me pongas donde hay… Hace cinco años la clase política bajacaliforniana, en un acto de contrición, legisló que habría que ponerle alto a la ansiedad de llegar a una posición de elección popular tan sólo para pensar al otro día en cómo trabajar el empoderamiento al siguiente escalafón. Común en todos los partidos es la aspiración de todo diputado local de convertirse en diputado federal o alcalde; el alcalde desea saltar a una diputación federal o a la gubernatura de su estado, y el gobernador piensa en buscar la senaduría, mientras que el senador desea vehemente servir como gobernador a sus conciudadanos. Múltiples son las combinaciones del deseo de estar en el servicio público, en la representación popular.