Pensar es algo casi increíblemente despilfarrador. George Steiner
No sólo eso. Nadie puede penetrar, aun ni con las más terribles torturas físicas, en nuestros pensamientos. Tampoco tenemos manera alguna de comprender los pensamientos ajenos. De hecho, en los momentos de extremada intimidad, el amante es incapaz de abrazar los pensamientos de la persona amada. Estas y otras exquisitas y sutiles reflexiones son parte de un pequeño, delicioso libro que entra en circulación estos días: Diez, posibles, razones para la tristeza del pensamiento, y del cual presentamos una selección de fragmentos con la autorización de la editorial Fondo de Cultura Económica.