Cruz, Antimio
El arte que extraviamos. De los 60 a los 90
Si los críticos de arte se quedaron con la boca abierta en 1969, cuando Helen Escobedo presentó en la UNAM, como pieza de museo, la obra Vocho, que era un Volkswagen 66 pintado con figuras geométricas en blanco y negro, hay que volver a abrirla ahora al saber que cientos de instalaciones, objetos y esculturas como ésta, que resultan cardinales en la historia del arte contemporáneo de México, se perdieron o se destruyeron… El arte buscó nuevos caminos desde fines de los sesenta con la idea de que el verdadero arte no es el lienzo, el bronce o el mármol, sino la experiencia que vive cada persona al estar frente a ellos. Por eso cambiaron los materiales, los tamaños y las formas de sus obras… Empezaron a aparecer figuras y espacios artificiales ensamblados, rayados, quemados, anudados, derramados. Los coleccionistas, sorprendidos, no las adquirieron.