Huchim, Eduardo R.

Sisa

Conversaba cierto día con un amigo que había sido funcionario de la Procuraduría Federal del Consumidor, Profeco, y, a propósito de los fraudes que cotidianamente se cometen en ]as gasolineras por no dar litros completos, me dijo: Todas hacen lo mismo, no hay una que se salve. Todas defraudan a sus clientes, pero la Profeco no tiene suficiente personal ni presupuesto para detectar sus fraudulencias y sancionarlas totalmente…A esas carencias habría que agregar los casos de corrupció, comente, pues por lo general es redituable pagar mordidas. Sin embargo, añadí, optimista que soy, creo que debe haber algunas gasolineras donde no se robe a los clientes… Es posible, dijo mi amigo, pero sería necesaria una lupa para ubicarlas.