Pascual, Carlos

Si tu padre fue pintor...

Alfonso Reyes escribió el prologo mientras que el filólogo Antonio Alatorre y el poeta Ali Chumacero, entre otros sociólogos, filosófos y antropólogos, escribieron unos muy interesantes, postemios, o apéndices analíticos. El libro ha alcanzado mas de cien ediciones y actualmente se presenta su versión virtual. Y no, no hablo de El laberinto de la soledad, sino de la extraordinaria Picardia mexicana de Alfredo Jiménez. El libro que Alfonso Reyes, soñó con escribir, ha acompañado desde siempre mis recuerdos. Cuando niño, lo sustraía a escondidas de la biblioteca de mi papá y me carcajeaba horas enteras ante las, leperadas, ahí escritas. Y tal vez pensaba yo que el tal Alfonso Reyes era un tipo tan alburero como el autor del libro. Con el tiempo, aprendí a valorarlo tal y como lo han hecho todos los mexicanos desde 1960, año de su publicación. Don Eulalio Ferrer escribiría también del libro: Cada nación tiene su lenguaje; cada lenguaje, su voz; cada acento, su matíz. Quiere decirse que resulta difícil entrar en el alma de un pueblo sin conocer la riqueza múltiple de sus vocablos y giros particulares.