Torres Salazar, Verónica
Me gusta el Allende que toma su whisky con los amigos. Alejandro Fernández, el nieto de Salvador Allende
El jueves veintiséis de junio de este 2008 Alejandro Fernández dio por primera vez un discurso en honor a su abuelo, el ex presidente chileno Salvador Allende, para la comunidad latina de Auckland, en Nueva Zelanda, donde vive hace años…Pocos días antes, aún no sabía qué escribir: no conoció a su abuelo y ha pasado buena parte de su vida recolectando historias sobre él. Es hijo de Beatriz, la más política de las hijas de Allende. Cuando él tenía cuatro años ella se suicidó, incapaz de soportar la vida sin su padre, y Alejandro quedó en Cuba, a cargo de la hermana de la más famosa amante de Allende, quien el once de septiembre cumple veinticinco años de haberse suicidado después de resistir horas de bombardeos en la casa presidencial en la que se atrincheró para resistir prácticamente solo el golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet… Creció bien cuidado y querido, pero con la presión social de ser el nieto varón de un ícono. Le costó años humanizar esa figura y aceptar que no tenía por qué responder a las expectativas que toda la izquierda tenía en él. Alejandro se asumió gay y si por primera habló en público es porque ha aceptado quién es y también quién es Allende. Y pobre del que hable mal de su abuelo.