Castillo, Alejandra del

Sol, una hija del 68 que intenta cambiar al mundo

Sus padres participaron activamente en el movimiento estudiantil de 1968 como parte de un grupo de teatro cuya misión era la crítica social y política del país. Aquel dos de octubre de hace casi cuarenta años, por un ensayo sus padres no alcanzaron a llegar a la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Ese mismo año se fueron a vivir juntos y tiempo después llegó Sol a iluminarles la existencia. Pero lejos de convertirse en otra niña bien que estudió psicología, Sol se marchó a trabajar en la selva centroamericana con refugiados guatemaltecos y, más tarde, en los fríos bosques de Europa del Este con refugiados bosnios. Ahora intenta reconectarse con México y sus tantos grupos vulnerables.