Loza, Eduardo

Jaramar “Todo lo hago es oscuro mis textos, mis pinturas”

Será la breve longitud de su cabello, los ojos rasgados y felinos, o el cuerpo menudo que la dota de cierta cualidad de ente, pero la figura de Jaramar Soto recuerda a la de un hada, un elfo o un habitante del bosque… con la diferencia de que ella reside en Guadalajara y nunca se le ha visto vestida de hojas, ni usando un hongo a modo de sombrero… Pero su voz embruja, o eso dicen quienes la han escuchado en vivo… Como aguda flecha, la voz de Jaramar cruza canciones atemporales que van desde la poesía prehispánica y las tradiciones ibéricas, hasta composiciones de su autoría y en colaboración con el inefable Jaime López. Diez discos tiene en su haber, desde su debut en 1993 y hasta ese 2008, en el que presentó Diluvio, del feminismo y de esa necia costumbre de tener el control, de llevar un orden, para finalmente inclinarse por el caos.