Pierre, Nora

Malestar en la identidad histórica

¿Hay algo más normal que hacer justicia al sufrimiento humano? ¿Hay algo más inocente que una sanción administrativa simbólica que viene a dar a un crimen colectivo la calificación que moralmente merece? ¿Hay algo más justo que garantizar a las víctimas la protección de la ley acompañada de eventuales reparaciones y sanciones contra los infractores? Eso es lo que da su apariencia de justificación, tanto para la opinión pública como para los diputados que las votan, al arsenal de leyes que han convertido en crimen contra la humanidad la trata negrera atlántica y, tal vez, dentro de poco, el cuestionamiento del genocidio armenio. ¿Por qué no ofrecer a los negros y a los armenios que viven en Francia las garantías que ofreció a los judíos, en 1990, la ley Gayssot?