Custodio, Isabel
¡Esos Académicos!
Resulta que en la siempre cultísima Francia, existe, como en todos los lugares, el equipo perenne de retrógrados que hablan con derecho de palabra… Por el simple hecho de ser ellos los detentadores del poder de la palabra colectiva del país, han enviado una carta al presidente, Chirac, pidiéndole que se meta en cintura lingüística a las distintas, Ministras. Dicen así los inmortales: No nos consta que, entre sus atribuciones, los ministros tengan la capacidad de modificar a su conveniencia la gramática francesa y el uso de la lengua… Les irrita sobre manera que se hagan llamar: Madame La Ministre, en vez del canónico: Madame Le Ministre... Ellos en su absoluto poder sobre la, lengua, alegan que en francés: el género llamado masculino, es un género no marcado, al que también se puede denominar, extensivo, en donde se permite decir que: todos los hombres son mortales, o que esa ciudad cuenta con diez mil habitantes sin necesidad de precisar si se trata de hombres o mujeres.