Pereyra, Beatriz

La muerte lo persigue

El canoísta Everardo Cristóbal Quirino es lo mismo devoto de la Santa Muerte que de la Virgen de Guadalupe. En sus ratos libres la hace de peleador callejero y le encantan los corridos y la cerveza. Dice que le apodan El Mudo por un equívoco, pero que es más bien desmadroso. Aficionado a los tatuajes, adelanta que buscará incursionar en el boxeo. En 2006 sorprendió al conquistar el campeonato del mundo de su especialidad. En Beijing es candidato a medalla.