Cobián, Felipe
Gobernador en la ilegalidad
Orgulloso de anteponer su fe a los deberes del servidor público, el gobernador panista de Jalisco, Emilio González Márquez, desafía leyes e instituciones, agrede a los ciudadanos y vulnera el laicismo del Estado que marca el texto constitucional. Y todo para quedar bien con quienes pueden darle un empujoncito político: la Iglesia católica, las televisoras y su amigo el procurador, Tomás Coronado, acusado de pederastia y protegido por el mandatario.