Ochoa, Raúl
Ni venganza ni poder...
Ana Gabriela Guevara cambió en tres meses el alto rendimiento deportivo por la burocracia. De su cercanía con el presidente Felipe Calderón pasó a depender del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Pero aclara: ni venganza, contra el gobierno federal ni militancia partidista alguna. La política y el deporte no caminan, define en entrevista con este semanario, y desde su flamante puesto como coordinadora de Cultura Deportiva, Física y de Salud de la Ciudad de México pronostica que en Beijing se ganaran cuando mucho dos medallas.