El autor del presente estudio observa que actualmente la globalización no sólo se refiere a los intercambios económicos trasnacionales, sino a los procesos que afectan a los Estados y a los individuos en otros aspectos. Entre dichos procesos se encuentran desde el acceso a la información mundial de manera fácil y rápida, hasta los riesgos que son consecuencia de este mismo acceso, como, por ejemplo, los fraudes electrónicos realizados mediante internet o el aumento de la pornografía infantil en razón de su fácil difusión en la red. Éstos son algunos de los retos a los que ahora el derecho penal estatal tiene que responder, además de que el mismo no está concebido para enfrentar a la globalización del delito, y tener la posibilidad de dar soluciones jurídicas contundentes.