Cervantes, Jesusa
Salió, pero a nadie le gustó
Luego de tres meses de encuentros de secretario de Hacienda con representantes de los sectores productivos, sindicatos y legisladores, éstos aprobaron finalmente la reforma fiscal que, en el fondo, no convenció a nadie. Ni el gobierno recaudará lo que pretendía ni todos los estados saldrán beneficiados ni los empresarios pagaron lo que deben. Entre todo, el fantasma de la inflación se aproxima…Era entonces o nunca… Felipe Calderón prefirió apostar todo a la reforma fiscal y ceder en la electoral, aun a costa de echarse encima a los concesionarios de radio y televisión… No había de otra. La economía no aguanta más presiones en el ámbito de las finanzas públicas, y negociar la reforma fiscal en 2008, cercanas las elecciones intermedias, era ir al fracaso seguro.