La tesis de la debilidad del Estado ha sido el eje explicativo del origen de las crisis de los estados latinoamericanos. Sostengo que las perspectivas analíticas que se desprenden de dicha tesis son incompletas. Los análisis de la formación de Estado; es decir, de las prácticas de interacción concretas (redes, clientelas, etc.) de los agentes, que no se entienden al margen de otras instituciones, son una alternativa congruente con el argumento antropológico de documentar personas reales, haciendo cosas reales en contextos reales para el estudio de las relaciones sociales que conforman eso que llamamos Estado.