Amara, Giuseppe

El privilegio de ridiculizar

¿Cuáles son los propósitos de la sátira El privilegio de mandar? Parecen obvios: provocar el regocijo liberador y saludable de la risa contagiosa, el desquite de poder mofarse de los, intocables, cierta alegría de fondo, casi una fiesta compartida, porque hoy creemos ser libres de protagonizar, contemplar y admirar una sátira a expensas de los hombres de poder. Una sátira inteligente por democrática: no exime a ningún personaje de alta magnitud política censura implacable.