Scherer García, Julio

Presentación / Julio Scherer García

Al abandonar el edificio de Excélsior, en Reforma dieciocho, me sentí perro sin dueño. Sin saber qué hacer con mi cuerpo, no había más mundo que el mundo interior. Algo me decía que mi comportamiento en la asamblea que nos había puesto en la calle había sido propio de un cobarde, pero algo me decía que no, que en el momento extremo me había acompañado la lucidez, tocado el periódico de muerte...De eso hablaba a solas con Susana. Yo sentí que se apretaba contra mí, que nada mejor podía hacer en el agobio que era nuestra vida.