Dorfman, Ariel

Eficacia / Ariel Dorfman

Todavía me ronda, todavía se arrastra por mis recuerdos ese momento en que por primera vez me topé con alguien que había sido torturado. Fue en Chile, a principios de octubre de 1973, unas semanas después del golpe que derrocó a Salvador Allende. Yo me había asilado en la embajada argentina y, de pronto, una tarde radiante, ahí estaba, un argentino alto y de huesos grandes, con una cara rechoncha que a la vez parecía demacrada, y ojos de niño que parpadeaban sin cesar y un cuerpo que temblaba, uncuerpo que no podía dejar de temblar.