Las organizaciones de cazamigrantes en la frontera de California aseguran que su actividad no tiene corte racista. Prueba de ello, dicen, es la presencia de descendientes de latinos en los patrullajes. Sin embargo, para los defensores de los derechos de los trabajadores indocumentados, esta ola antimigrante forma parte de un ataque maquinado por la derecha más recalcitrante, en el que involucran al gobernador Arnold Schwarzenegger.