En 1959, en su archialudida conferencia de Rede, C. P. Snow diagnosticó como grave la hendidura de la cultura occidental. Según Snow, ésta se encontraba escindida en dos, una humanista y otra científica. Desde entonces, los intentos por levantar puentes y construir vasos comunicantes entre ambas culturas, para construir una tercera cultura, se han sucedido repetidamente. En este trabajo se contrasta y examina, críticamente, la aportación de dos disciplinas de reciente aparición, cuyo surgimiento y desarrollo guarda una estrecha relación con la escisión, en dos, de la cultura occidental. De la primera, la propuesta de una tecnocultura o tercera cultura de J. Brockman, se señalan sus limitaciones así como la intención cientificista que entraña. De la segunda, la bioética, se subraya su idoneidad para aunar, en un mismo discurso, la cultura tecnocientífica y la humanista.