A principios de los años ochenta, el expresidente de Chile Eduardo Frei Montalva se había convertido en el principal enemigo del régimen del general Augusto Pinochet. La razón: estaba creando una amplia alianza de fuerzas políticas y sindicales para oponerse a la dictadura. En enero de 1982, después de someterse a una sencilla intervención quirúrgica, Frei murió en extrañas circunstancias.