Lozano Rodríguez, Miguel G.

El desierto es como espacio literario y cultural

Las sensaciones ue producen el desierto pueden ser muy variadas. La soledad, la tristeza, la íntima alegría, el desconsuelo, son afecto inefables ante las amplias superficies de terreno donde los ardientes rayos del sol dejan su huella. Entre el misterio y la fascinación, el aparente silencio, el desierto tiene su propia forma de vida: gente, plantas y animales transforman el espacio para inspirar maneras de ser y de actuar. El desierto se pluraliza en formas. Las variantes son una muestra de su riqueza. El avasallador desierto de Egipto o Marruecos, de Arizona, Sonara, Chihuahua o Coahuila no es sino una muestra de la multidiversidad de un espacio que se extiende sin tener fin según el lugar y la zona.