Ruz, Mario Humberto

Los cuatro rumbos del cielo : Donde habitan los seńores de la lluvia

No es la tierra la que arde, es el aire mismo, la ausencia de aire. Bocanadas de fuego sin llama. Polvo en cenizas como vendajes sobre los enjutos tallos resecos y las ramas denudadas. Los venados, ceh, se acercan ávidos a los brocales de los pozos a aspirar humedades, el pájaro toh remoja su cola de péndulo en las moribundas aguadas, mientras las aguanas, huh, se detienen frente a sus imágenes reflejadas en las piedras; puros espejos de caliza de tanta reveberancia. Se sofoca el Mayab bajo el sol de verano.